RESPETO POR LAS LEYES

Si hay algo que aprenden los profesionales contables, es a tener respeto por las normativas que son transversales a entidades sociales, públicas o privadas. Por ejemplo: leyes laborales, tributarias, comerciales y toda ley relacionada.

Los colegas de servicios públicos, trabajan dando cumplimiento al Estatuto Administrativo, Ley de Presupuestos, Ley de Compras Públicas y disposiciones de la Contraloría General de la República.  En las instituciones sociales, rindiendo gastos a las instituciones públicas de acuerdo a sus reglamentos y a privados.  En los establecimientos subvencionados educacionales, trabajan bajo el cumplimiento de la normativa del Ministerio de Educación.  Así sucesivamente podríamos seguir detallando las leyes que deben cumplirse para llevar a buen termino y sin contratiempos nuestro trabajo.

Ahora, las leyes nacen, por la necesidad de regular y ordenar el comportamiento de la sociedad y bajo un principio de igualdad.  De hecho, la Constitución Política de Chile dice en el numeral 2 del Artículo 19:  La igualdad ante la ley. En Chile no hay persona ni grupo privilegiados. En Chile no hay esclavos y el que pise su territorio queda libre. Hombres y mujeres son iguales ante la ley”.

Pero para que esto funcione y la sociedad sea beneficiada con los frutos del orden y la justicia, todos debemos entender que las leyes no deben ser eludidas y menos violadas.  En nuestra sociedad no debería tener cabida el dicho de “hecha la ley, hecha la trampa”, porque ese concepto es el que precisamente nos separa de los países desarrollados, con los cuales nos gusta compararnos.

Al cumplir la ley y exigir su cumplimiento cooperamos con nuestra sociedad, y tomando en cuenta la contingencia nacional como ejemplo, es bueno que se regule el comercio ambulante.  Porque no pueden coexistir comerciantes que cumplen con todas las normativas con otros que no pagan ningún impuesto al país. Es una competencia desleal, que restringe de recursos necesarios para el país para cumplir con las demandas sociales.  Y por otro lado como empleador, no se debe abusar de los trabajadores extranjeros teniéndolos sin contrato, o pagando un sueldo miserable, debemos colaborar con ellos para que se inserten en nuestra sociedad en forma ordenada y estén protegidos por los beneficios sociales.  A su vez los extranjeros, deben ingresar respetando todas nuestras normativas, porque su condición de vulnerabilidad no puede ser malinterpretada como un privilegio, en desmedro de nuestros propios compatriotas en la misma condición.

En tiempos tan convulsionados por países cercanos que, con sus miserables políticas públicas obligan a sus ciudadanos a emigrar y deambular por América con todos los riesgos que conlleva, endosando la responsabilidad social a otros países, no debemos olvidar el ser justos y solidarios, y por su parte el Estado a mantener el orden y proteger a los ciudadanos y residentes en Chile, no desproteger la periferia, donde más se necesita.


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