CUIDAR A LAS PYMES Y FOMENTAR LA INVERSIÓN

El mundo de los números es un mundo maravilloso por su exactitud, y refleja acertadamente momentos de la historia y la economía.

Dicho esto, retomemos el crecimiento de las PYMES: año 1970: 33.950; año 1990: 421.181 y en la actualidad 1.279.698.  Es decir, por 1 PYME de los años 70, hoy existen 37; y por cada PYME del año 1990, hoy existen 3.

La población en Chile ha crecido de la siguiente manera: año 1970:  9.783.000; año 1990: 13.179.000 y año 2021: 19.678.000 aproximadamente.  Es decir, por cada habitante en Chile en los 70, hoy existen 2, y desde 1990, hoy existe medio habitante más.  Si, suena raro, pero el mundo de las proporciones, así lo describe.

Esto ratifica que las políticas sociales y económicas, deben adecuarse a nuestra actual realidad.  Por ejemplo, si en 1990 el sueldo mínimo aumentó considerablemente, solo afectaba a 1/3 de las PYMES actuales, y considerando el aumento de la población que depende de las PYMES, se debe controlar el efecto inflacionario. Al día de hoy, el Banco Central sigue subiendo la tasa de interés para frenar el flujo de dinero, buscando evitar el endeudamiento. Además, la inflación es considerada por diferentes economistas como el “impuesto de los pobres”, ya que afecta directamente a los sectores más vulnerables.  Y ese preciado y voluminoso aumento que pueden recibir el trabajador, al poco tiempo, no genera mayor poder adquisitivo, sino que se diluye en el aumento de los precios.

Esto no significa que las PYMES, paguen el sueldo mínimo.  Todo empresario debe entender que la remuneración es la compensación justa a los trabajadores, por su trabajo, aporte y compromiso.  Si los negocios andan bien, el trabajador también debería beneficiarse.  Por otro lado, cuando al empresario le va mal, solo él absorbe el impacto, lo cual involucra hacer aumentos conservadores visualizando escenarios futuros.   Ahora, dentro del modelo neoliberal, la deuda de las grandes empresas del mundo, está en que las remuneraciones no son considerablemente superiores a la rentabilidad.  Para visualizarlo mejor, todos deberíamos “pelear” un cupo de trabajo en una gran empresa, aspirando las remuneraciones y otros beneficios; siendo en ese caso la PYMES, solo un escalón para lograr este objetivo final.  Pero lamentablemente la “economía del chorreo”, no funcionó a nivel mundial.

El nuevo gobierno que hoy elegimos, debe luchar por no perder lo ganado. No puede aplicar medidas que impliquen cerrar Pymes, al asfixiarlas con exigencias que ni el mismo Estado puede cumplir.  Debe mostrar a Chile como un lugar seguro para la inversión privada nacional y extranjera, pagando un impuesto justo y aprovechando la ventaja de una alicaída Latinoamérica, que hacen lucir a nuestro país como un lugar serio y adecuado para su inversión.  A mayor ingreso, mayor recaudación fiscal, y por ende recursos frescos para cubrir las importantes demandas sociales que nuestro país debe enfrentar.



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