INFORMACIÓN PARA LA TOMA DE DECISIONES
Como contador auditor,
orgulloso de la profesión, fue una terrible decepción el retomar los
textos de estudio de contabilidad básica para estructurar las clases, y encontrar
que los contadores solo son necesarios para proporcionar información. Una
profesora de marketing que aprecio, sin ninguna mala intención, emitió un
juicio lapidario en una comisión de defensa de tesis: “si no hay ventas, no
hay empresa, no hay ingenieros, ni contadores, no hay nada”.
Pero de ahí viene lo relevante
de la carrera. Somos responsables
que los estados financieros, conocidos por la comunidad como Balances, pero
que técnicamente son: Balance General, Estado de Resultado, Estado de Flujo de
Efectivo, Estado de Cambio en el Patrimonio y las “Notas” que son
información importante de revelar. Estos informes deben contener toda la
información de la empresa. Los informes deben emitirse periódicamente
para la toma de decisiones. El gerente
necesita saber cómo va marchando la empresa, y si debe realizar algún cambio de
rumbo para lograr su meta: tener buenas utilidades.
Es relevante que toda esa
información este bien respaldada, que sea fiel a la verdad, que exista la
factura, boleta, liquidaciones, etc. que originan la contabilización. Después, los auditores internos y externos
certifican que todo está correcto, o que ajustes deben realizarse para apegarse
a la realidad.
La Gerencia siempre quiere
buenas noticias, pero está atento a las malas noticias que amenazan sus metas y
arriesgan su permanencia en el cargo. Si
hay malas noticias, debe pedirse explicaciones a los responsables y tomar las
medidas necesarias para revertir la situación. Siempre atento a las amenazas. Por ejemplo, las posibles demandas laborales
por vulneración de derechos fundamentales.
Ellas deben ser mencionadas con una estimación del daño económico que
provocará a la empresa en las “Notas” de los Estados Financieros. Nada se
oculta, todo debe saberse. Si bien es
cierto que el gerente va a rabiar con la noticia, debe enterarse.
El mensajero no debe tener
miedo ya que no es como en la antigüedad, en que el portador de malas
noticias era ejecutado por el Rey o Emperador. Y a su vez, el Gerente no puede caer en
el síndrome de la reina María Antonieta, a quien se atribuye, como leyenda, la
frase “Si no tienen pan, que coman tortas” o con otras variantes. El gerente no puede estar ajeno a la realidad
de la empresa, y menos de los aspectos negativos que amenazan su existencia.
Un país no es una empresa y la
generación de recursos es limitada. Con
mayor razón las autoridades deben estar atentos a los problemas y malas
noticias reales, no especulaciones, que frenan las soluciones sociales. Si son varios medios de prensa de diferentes
tendencias y nacionalidades, hay que trabajar al respecto, ya que para eso
fueron elegidos. Y son las instituciones
públicas las llamadas a difundir las buenas noticias para demostrar el cumplimiento
del programa de Gobierno.
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