¿QUE SUCEDE DESPUES DE LA MUERTE?

El título de la columna es llamativo, pero falta complementar con “¿o un siniestro?”.

Hace pocos días veíamos asombrados, las fotografías de dos tripulantes pescadores artesanales, que sobrevivieron sobre los restos de su embarcación.

A su vez, nos encontramos cada cierto tiempo con incendios de casas habitación, que implica que una familia de la noche a la mañana quede con lo puesto, o peor aún, con lesiones físicas que pueden dejar secuelas irreparables.

En el centro y sur de Chile, la salida de los ríos. Me comentaba un colega crecido cerca de uno de ellos, “las salidas de cauce no eran novedad hace 40 años, y alguna vez fueron mayores”.  En conclusión, esto aún puede ser peor, y el cuestionamiento es ¿Qué hacen esas propiedades construidas en lugares inundables? ¿quiénes son los genios que las diseñaron, construyeron, autorizaron o desviaron causes?

Los accidentes automovilísticos: producto de irresponsables que conducen bajo el efecto del alcohol y la droga, provocando daños a inocentes y que, dependiendo del impacto o de la avanzada edad de los ocupantes, ocasionan la muerte o daños irreparables.

Debemos buscar la precaución y aprender de las experiencias pasadas. Si tenemos una segunda oportunidad debemos hacer las cosas mejor, asumiendo que no vamos a cambiar lo sucedido y dejar de cuestionarnos, reservando fuerzas para levantarnos.

¿Qué puedo aconsejar a Ud. que ve todas las tragedias tan lejanas?  Simplemente contratar seguros de vida, accidentes, incendios, catástrofes naturales, desgravamen, etc.  Las personas que son independientes deben tener su seguro de vida por muerte natural, enfermedad o accidental. Al momento de partir, la familia debe seguir viviendo.  La viuda(o) y los hijos(as), van a estar acompañados en el momento de velorio y sepelio, pero ¿y después? La familia debe organizarse para enfrentar un frío mundo financiero, los hijos(as) deben seguir estudiando y los seguros van a ser un aliciente importante.  Que no sea solo seguros por muerte accidental, que es el más ofrecido, incluso mencionando “portonazos”, que da escalofríos por la normalización de morir como víctima de un acto delictual que deberíamos tener erradicado, pero aún no hay una respuesta eficiente del Estado.

El seguro de incendio es alcanzable si pagas en cuotas, ajustándose al costo de reconstruir su propiedad y recuperar los muebles, como me aconsejaba don José Orlando Guerrero (QEPD), corredor de seguros de vasta experiencia y buen corazón.

La importancia de que todos los trabajadores tengan su contrato de trabajo y sus cotizaciones al día.  Allí opera el seguro de accidente del trabajo y el seguro de invalides y sobrevivencia, que como me comentaba una colega, son un aporte importante de recursos para la viuda que cobra el montepío o el trabajador afectado por invalides.

Que al momento de la partida nuestras últimas imágenes, sean los bellos momentos vividos y no el tormento de la preocupación de como sobrevivirá la familia.


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