LENTITUD E INFLACIÓN
El 16 de septiembre de 2015,
Chile es azotado por un terremoto de 8.4 grados, que originó un tsunami que
golpeó las costas chilenas, entre ellas Coquimbo y La Serena. Los fallecimientos no tienen consuelo,
pero los daños materiales son recuperables. No obstante, aún vemos a 7 años de la
tragedia en la costanera de Coquimbo, obras de reparación de veredas y ciclo
vías. Los Gobiernos de Bachelet, Piñera y un año de Boric, no pueden
terminar los arreglos. En una región
altamente turística, es una falencia grave no invertir en su costanera que es
parte del atractivo de la zona, aún cuando sea en un extremo.
Chile es un país pobre en
recaudación, y siempre que busca un impuesto para hacer más cosas, dirige
sus miradas a los impuestos indirectos (IVA) que castiga a todo el pueblo de
Chile, y en especial a quienes menos tienen.
Con este ejemplo analicemos: ¿Podemos
entregar mayor rol al Estado, como empresario, si se demora 7 años en realizar
reparaciones? ¿Podemos confiar en un Estado que es desfalcado permanentemente? Difícilmente podría ser un Estado empresario,
si nos encontramos con una gestión lenta y sin empatía y a su vez le roban de
diversas maneras.
¿Las demoras tienen su costo?
Desde siempre ha existido un costo, que es el aumento de los precios. Lo que
no se hizo el 2021, hoy tiene un costo mayor del 12.8% producto de la
inflación, la más alta en los últimos 30 años. Hoy se paga el precio de la lentitud
fiscal.
Si Ud. no conocía la inflación
se dará cuenta de lo nocivo para la economía familiar, ya que con el mismo
dinero compra mucho menos, e incluso debe sacrificar calidad. A su vez, su dividendo hipotecario se ha
incrementado en forma importante ya que esta pactado en UF. Los mismo que su plan de ISAPRE o pólizas de
seguros. Ninguna institución pierde,
solo Ud. asume este nuevo costo. Y como guinda de la torta, nadie freno el
IVA a los Servicios, que como impuesto indirecto afectará al consumidor final,
o sea nuevamente Ud.
El Gobierno difunde las
propuestas de medidas para luchar contra la inflación y la ya incipiente
recesión: Aumento de bono marzo,
asignaciones familiares y subsidio único familiar; crea el “Bolsillo Familiar
Electrónico”; ampliación de medicamentos
con descuentos; ampliación el Programa de Alimentación Escolar; aumento de la
Beca de Alimentación para la Educación Superior; extensión de la postulación al
IFE Laboral y un programa de garantías estatales para créditos en el sector de
la construcción.
Llegan las ayudas que siempre
se ven insuficientes, pero todo suma, en especial para los sectores más
vulnerables. Pero para Ud. que se rasca
son sus propias uñas, debe seguir defendiéndose solo, por lo tanto, solo resta
aconsejarle estar atento a las medidas recaudatorias del Gobierno, para
levantar la voz cuando perjudique su bolsillo, y cuide su trabajo, porque lo
que hoy gana, posiblemente en los próximos meses, ninguna empresa se lo pague,
y el problema de amplifica.
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