LOS AÑOS DE LA INOCENCIA

Comenzamos de nuevo la carrera en este nuevo año 2023.

Esperemos que la época de la inocencia termine con el año 2022. Porque mientras Ud. sentía que todo estaba bien y que Chile era prospero, teníamos compatriotas con pensiones solidarias de $180.000 en el 2019 y hoy es de solo $193.500.

Debemos considerar que en las últimas décadas hemos tenido algunas autoridades en la administración pública que esconden la cabeza y huyen de su responsabilidad.  Nadie es responsable de nada, solo el sistema y la falta de presupuesto.  No hacen nada para no caer mal o simplemente su cerebro no está capacitado para tomar decisiones.  Pero Ud. lo defiende o justifica, porque es inocente.

Tanta mentira en una civilización. “Tenemos excelente tecnología”. Falso, las páginas web y software públicas como privadas son deficientes y muchas mediocres.   “Es seguro vivir en Punta Arenas”. Falso. Mucho conductor ebrio o drogado que nadie los controla. De hecho, hace dos días murió un turista español por culpa de uno de ellos en pleno centro a 4 cuadras de Carabineros.  “Punta Arenas, tierra de oportunidades” para clandestinos y drogas.  Muchos saben dónde están, pocos levantan la voz, pero nadie investiga, o lo hacen con la ficción de buscar al pescado más grande, mientras los pescados chicos engordan y perjudican a nuestra juventud que cometen delitos voluntaria o involuntariamente.  Vean la película “Los Intocables” de Kevin Costner y quizás con eso se inspiran.

“Lucharemos por la educación púbica”.  Falso, porque quienes lo pregonan envían sus hijos a colegios privados o subvencionados particulares.  “Terminemos con las filas en la salud”. Falso.  Todos los que lo pregonan tienen Isapre.  “Soy un luchador social y represento al pueblo”.  Falso, solo está “poniendo agua a la piscina” para una futura candidatura y conquistar el anhelado poder que, en muchos casos, al ser conquistado lo aleja del pueblo que lo eligió.

Eso es parte de nuestro escenario al comenzar el año 2023, y como dice el tango cambalache de 1934: “Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé.  En el 510 y en el 2000 también”.  Lo importante es que dejemos de ser crédulos.  Mi generación ya pasó la mitad de su vida y no logramos nada concreto por mejorar en forma importante nuestro país, pero tenemos el deber de preparar a las generaciones futuras y a nuestros hijos, para conquistar la justicia tan anhelada.  Sin demagogia ni invocando añejos ídolos de barro. Sino simplemente haciendo las cosas bien.  Estas nuevas generaciones deben estudiar y obtener su título, no para tener una vida más cómoda con mejores ingresos, sino para ser un aporte al país, porque hay mucho por arreglar.  El estudio y los títulos son fundamentales porque te abre la mente, aprendes a discernir, a pensar antes de hablar o actuar, a luchar y dialogar.  Y debes terminar tu carrera, porque la persona que por opción no termina su carrera y toma un cargo de poder lamentablemente perjudica a quienes debe servir.


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