LA HORA DE LA PRÁCTICA

Termina la enseñanza media y los alumnos técnicos profesionales deben enfrentar el mundo laboral.

Algunos ya lo conocen, y para otros es un mundo nuevo y desconocido.  Ya no estarán en las salas de clase, redes sociales y consolas, sino qué deberán prestar servicios a un transitorio empleador y quizás no tan transitorio.

Cómo un artista que sube al escenario, o un relator que enfrenta su auditorio, el alumno en práctica debe sentirse nervioso, lo cual es natural y sano en la justa medida, porque esto lo mantendrá alerta a las orientaciones y requerimientos.

La principal incertidumbre podría ser la aplicación de conocimientos adquiridos en el liceo, con la desventaja de haber estado un año sin clases presenciales por la pandemia, y quizás hasta durmiendo con la cámara apagada. Pero esto no debería ser problema, ya que las empresa u oficinas que los reciben, tienen la cultura de trabajar con novatos.

Independiente de la especialidad, lo que debe demandar preocupación, es el desarrollo y aplicación de las habilidades blandas, que podríamos ejemplificarlas con valores, como la honrades y honestidad, y otras habilidades prácticas que se detallan a continuación.

Sea puntual. Si la empresa tiene un horario de atención es porque los clientes deben ser atendidos en esa franja de tiempo.

Buena presentación personal. Como decía mi bisabuelo Adolfo, no importa lo sencillo de la ropa, lo importante es que este limpia y planchada; y por supuesto la higiene personal que incluye el pelo limpio y ordenado.

Sea respetuoso atento y servicial. Pedir más trabajo cuando terminas una actividad, y así el día pasará más rápido. Si repiten una misma instrucción, recíbala nuevamente con atención.

Comience bien la mañana saludando fuerte y claro y con una sonrisa. Si no le responden, no importa, Ud. ya cumplió.  Agradezca cuando le ayuden o faciliten su tarea, eso es apreciado por quienes lo rodean. Al salir despídase con un “hasta mañana” a viva voz.

Converse, sea sociable. Si en el liceo no lo era, no importa, este es una nueva etapa de desarrollo personal. Sea optimista y alegre, que es el sello de la juventud.  No comparta toda su vida personal, hasta conocer bien a sus colegas.  No emita juicios valóricos, porque puede ofender a alguien que tiene otro prisma de la vida por su propia experiencia.

Si le llaman la atención por un error, asúmalo sin buscar excusas y menos culpar a otros.  Con los errores aprendemos a fuego.

Inicie su vida laboral con optimismo, tenga la seguridad de que será un aporte en el mundo laboral.  Además, le servirá para orientarse en la continuidad de estudios superiores, al identificar si se está desempeñando en un área que le satisface.  Por otro lado, conocerá personas que, si el destino así lo quiere, pueden ser importantes en este u otro capítulo de su vida.

Deje las puertas abiertas, porque nunca se sabe si volveremos a golpearlas, o las recomendaciones que obtenga, les abra nuevas e importantes oportunidades.


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