DETESTAMOS EL CONTROL
En la adolescencia el
control es molesto. ¿Dónde vas?, ¿A qué
hora llegas? En este caso, los padres o tutores ejercen este control velando
exclusivamente por el bien del hijo(a).
En las salas cunas, las
educadoras y asistentes cuidan y controlan a los infantes, evitando
cualquier acción arriesgada que perjudique a uno, o a los demás pequeños. En este caso, la preocupación no se enfoca
solo en el individuo, sino que es una preocupación colectiva.
La anarquía continúa avanzando
en nuestra sociedad. Anarquía que ha estado presente en la historia de
la humanidad. Las causas son siempre similares: descontento social por
abuso de poder (revolución francesa y bolchevique), ambiciones desmedidas
de lideres que buscan invadir, o desestabilizar el orden establecido en su
beneficio (invasiones bárbaras o el partido NAZI). Los liderazgos establecidos comenten
siempre el mismo error. No
entregan la importancia al problema real, engañándose entre ellos con los
mismos discursos repetitivos, sintiéndose intocables. No aplican controles que permitan encausar
sus decisiones por el bien colectivo.
¿Y cuáles han sido los costos? reyes, emperadores y sus familias
asesinadas, diez siglos de oscuridad de la edad media, tiranos que someten al
mundo a una guerra cruenta con genocidios sistemáticos, y asesinatos de
millones por imponer su “mesiánica” visión.
Para evitar estos escenarios
repetitivos, deben existir mecanismos civiles de control que colaboren con
el orden social establecido, que tutelen la ética, es decir, resguardar
que las cosas se hagan bien, de acuerdo a los valores y principios de nuestro
país. Pero con una visión diferente
al neoliberalismo, una visión de comunidad.
Los Colegios Profesionales eran
los encargados de cumplir esta labor hasta el fatídico año 1981 donde la
dictadura los transformó en asociaciones gremiales, con la excusa de la
“libertad de trabajo”. Esto equivale
en cierta forma a que las educadoras y asistentes, salgan de sus salas y dejen
que los niños se las arreglen solos. En
ambas situaciones se generan abusos e ilícitos asociados a daños irreversibles,
e incluso impunidad.
Deben existir entes que
evalúen y sancionen a sus pares,
cuando sus actuaciones ocasionen perjuicio. Por ejemplo: un puente
levadizo armado al revés (Cau Cau), venta de licencias médicas, peritajes de
psicólogos dejando en libertad a criminales, apropiaciones de bienes con
resquicios legales, recibir dinero de clientes y no cumplir con los pagos encomendados
al fisco o entidades previsionales, negligencias en atención de pacientes, etc.
Deben existir entidades con
las atribuciones pertinentes, que velen por el correcto ejercicio de todos los
profesionales, que sancionen cuando exista perjuicio de toda o una parte de la
comunidad. Existen demasiadas evidencias
y debemos usar todas las herramientas que la civilidad nos entrega, para
ordenar nuestra patria, antes que la anarquía y las consecuencias catastróficas
sean inevitables.