¿Y LA MIRADA ESTRATÉGICA?
Siguiendo con nuestra
conversación semanal, hoy analicemos la Rentas Presunta, a quien
beneficia, y por qué no debería afectarlos la Reforma tributaria.
Las rentas presuntas son una
franquicia que beneficia a agricultores, transportistas y pequeños
mineros. En Magallanes, los dos primero
tienen un protagonismo natural por nuestra ubicación geográfica. Estamos
aislados de Chile, cosa que muchas personas de la zona central no visualizan
porque conocen hasta Puerto Montt y piensan que en un par de horas llegan a
Punta Arenas.
El transporte es de vital
importancia para un país geográficamente largo, considerando en especial el
aislamiento de Magallanes y Aysén. Si a esto sumamos que una frontera es hacia
el mar y otra a la Antártica, dependemos de la logística terrestre y en nuestro
caso del tránsito internacional por Argentina.
El aumento del costo del
combustible, repuestos, competencia desleal de grandes transportistas de la
zona central, y por la importancia de la actividad, los transportistas no
debiesen ser castigados con la eliminación paulatina de la renta presunta. Muchos de ellos ya absorben toda la carga
tributaria, con la reforma de la Presidenta Bachelet, ahora solo están los
más pequeños con el beneficio.
Por otro lado, el Covid ha
demostrado que todo es posible, y el aislamiento de Magallanes tuvo como
amenaza real el cierre de fronteras que, afortunadamente pudo negociarse ya que
la Tierra del Fuego Argentina, depende del tránsito terrestre por nuestro
territorio. Ahora, si en un momento
extremo, ¿la frontera se cierra totalmente?
Nuestra alimentación dependería del tránsito marítimo, bajando
considerablemente nuestras reservas de alimento, siendo un agravante que, mucha
de la comida que consumimos proviene de Argentina, Uruguay y Brasil a través de
la Zona Franca. ¿De que debemos
depender entonces? De la agricultura y ganadería regional. A nivel mundial se está levantando la voz por
futura escases de alimentos producto de la erosión por el cambio climático, la
guerra y el aumento de población. ¿Y
nosotros que hacemos? Aplicamos impuesto a una actividad vital para todo país.
Algunos pequeños agricultores
de Coquimbo, felices y sensibles, lloraban porque estaba lloviendo o nevando
después de años de sequía. La
producción será buena, pero en parte solo compensará lo perdido en años
anteriores. En los años malos
anteriores, Indap asume un rol protagónico entregando incentivos y préstamos. ¿No
es contradictorio entonces, exigirles un mayor pago de impuesto?
La importancia de los diálogos
ciudadanos es precisamente escuchar la opinión a todos los actores, y medir los
impactos en el corto, mediano y largo plazo; y más allá de un enfoque sesgado
de recaudación, debe existir una visión estratégica reconociendo los fenómenos
mundiales y los cambios de paradigmas (modelos) que deben implementarse. Los
gobiernos deben velar por satisfacer las necesidades básicas, y fomentar la
producción, no castigarla.